5 consejos antes de contratar un seguro de decesos
Un seguro de decesos ayuda a la familia en momentos tan duros como el fallecimiento de un ser querido. Puedes seguir estos consejos antes de contratar.

Pensar en nuestra propia muerte no es plato de buen gusto. Sin embargo, es algo inevitable. Todos tendremos que afrontar en algún momento esta situación, y por eso precisamente conviene estar protegido ante cualquier imprevisto que pueda surgir.
Un seguro de decesos se encarga precisamente de esto, de ofrecer una solución adecuada para resolver aspectos relacionados con el fallecimiento de un ser querido, tales como prevenir los gastos funerarios y gestionar los trámites administrativos. Puede dar cobertura individual o a todos los miembros de una familia.
Este tipo de seguro es el de mayor antigüedad en nuestro país y uno de los más contratados, después de los seguros para automóviles. Según datos de ICEA (servicio de estadísticas y estudios del sector seguros en España), más de 20 millones de españoles tienen contratado un seguro de decesos familiar. Esto significa que el 44% de la población está protegida.
En este sentido, las comunidades autónomas donde existe una mayor demanda de este tipo de seguros son Andalucía, Extremadura y Asturias. Y las que menos, las islas Baleares, La Rioja y Navarra. Aun así, la importancia de un seguro de decesos en estas comunidades sigue teniendo un peso considerable.
Coberturas de un seguro de decesos
Un seguro de decesos tiene unas coberturas básicas que se pueden ampliar para obtener una póliza más completa. Todo ello dependerá de la capacidad económica de cada persona. Normalmente, los gastos que contempla un seguro de decesos básico son los siguientes:
- Trámites administrativos (certificado de defunción, baja del libro de familia, partida de testamento…).
- Costes derivados de la organización del funeral (ataúd, esquela, música, sala de tanatorio, libro de firmas, transporte en coche fúnebre, etc.).
Consejos
1. Contrata en el momento oportuno
Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística, la esperanza de vida 2019 en España es de 83 años aproximadamente. Por sexos, las mujeres viven hasta cinco años más que los hombres, superando los 85 años de media. Eso no quiere decir que todos vivamos hasta los 83. Por desgracia, la muerte puede llegar en el momento más inesperado y dejar mal parada la economía familiar. La tranquilidad que ofrece un seguro de decesos no es comparable a la cuantía a pagar.
En España mueren más de 55.400 personas al año en edades comprendidas entre los 30 y los 64 años de edad, como puede verse en el siguiente gráfico.
Fuente INE. Elaboración propia por parte de nuestras expertas en seguros.
No existe una fecha límite para contratar un seguro de decesos, se puede hacer en cualquier momento, pero la prima a pagar depende de la edad:
- Menos de 40 años: es un buen momento si tienes pareja estable e indispensable cuando tienes hijos. Lo usual es elegir un seguro a prima natural, es decir, la cantidad a pagar aumenta conforme cumples años. Además, no generan antigüedad, por lo que es posible cambiar de modalidad o de aseguradora sin penalización ni pérdidas de coberturas.
- De 40 a 55 años: a partir de esta franja de edad conviene contratar la prima mixta o seminatural. De esta forma las primas irán aumentando según la edad, pero la cuantía se estabiliza cuando cumples los 70, así se hace más llevadera cuando cobras la pensión de jubilación.
- A partir de los 56 años: elegir la prima nivelada será la mejor opción, ya que el importe a pagar se mantendrá constante durante toda la vida (con ligeras variaciones supeditadas al IPC, a cambios en las tasas o en el capital).
- A partir de los 70 años: Hay muchas compañías que no aceptan a personas de estas edades y cuando lo hacen, las compañías te harán contratar una prima única, es decir, un único pago que te cubre para el resto de tu vida. De esta forma te aseguras de no dejar problemas ni complicaciones.
2. Comprueba los límites del seguro
Es importante conocer bien las coberturas que te ofrece tu seguro, sea cual sea. Pero aún lo es más saber cuáles son las limitaciones establecidas por tu aseguradora, de modo que conozcas exactamente que queda cubierto en tu póliza y si eso es realmente lo que necesitas. Por ejemplo, si has contratado un seguro de decesos básico, quizá no cubra el fallecimiento en el extranjero y si eres una persona que suele viajar fuera de España podría haber un riesgo.
Cuando viajas, sea en territorio nacional o al extranjero, se corre mayor riesgo de sufrir un accidente. Si el fallecimiento ocurre en otro país y no cuentas con un seguro de decesos que contemple entre sus coberturas la repatriación, deberás asumir los costes, que en algunos casos pueden ser más de 3.000 euros, dependiendo del lugar en el que ocurra el accidente.
También conviene revisar el capital asegurado y que éste se actualice periódicamente, ya que el precio de los sepelios depende de la comunidad autónoma y este varía con los años. Por otro lado, tendrás que comprobar si existe un límite de costes en el entierro, o de la posible devolución del importe en el hipotético caso de que el funeral sea más económico que la cantidad contratada.
3. Compara la prima de un seguro de decesos entre las distintas compañías
Existe una amplia variedad de ofertas de seguros de decesos, por lo que es complicado compararlos ateniendo únicamente a prima y coberturas. Recomendamos que no se escoja solo por el precio, un seguro excesivamente barato podría dejarte desprotegido/a en el momento que realmente lo necesites.
Las compañías de seguros están obligadas a ofrecer información por escrito sobre la modalidad de la oferta, indicando:
- Características del seguro.
- Cálculo de la prima inicial y las siguientes primas. Aunque esto dependerá de la edad de la persona que contrate. Por ejemplo, si decides contratar un seguro de este tipo con más de 70 años, la compañía te exigirá un único pago como hemos comentado anteriormente.
- Cuadro con la evolución del precio de las primas anuales hasta que el tomador del seguro cumpla cierta edad.
- Plazo previo al vencimiento en el caso de que el tomador del seguro quiera dar por finalizado el seguro.
- Método por el que se van a comunicar con el asegurado/a.
- Garantías accesorias opcionales.
- Condiciones de cancelación del contrato.
- Límites de las coberturas.
Para poder calcular la prima de tu seguro de decesos las aseguradoras suelen solicitar la siguiente información respecto de la persona/s asegurada/s:
- Domicilio.
- Edad.
- Profesión.
- Estado de salud (mediante un cuestionario).
- Práctica de deportes (sobre todo de riesgo).
- Forma de pago (anual, trimestral, mensual...).
4. Comprueba las coberturas de tus otros seguros
A medida que la familia aumenta, conviene protegerse en todos los ámbitos. Por eso, cada vez son más los españoles que deciden contratar varios seguros: hogar, salud, coche… Y si pensamos de cara al futuro de nuestros allegados, el de vida y/o decesos, los cuales garantizan tranquilidad económica en caso de que ocurra algún accidente a algún ser querido.
Muchas veces, las coberturas de algunos seguros se solapan y no nos damos cuenta de que estamos pagando por el mismo producto dos veces. En gran parte de las compañías, los seguros de vida o de automóvil incluyen cobertura de asistencia en viaje o repatriación. Por tanto, revisa las características de tus otros seguros para no pagar de más. Si tienes alguna duda, consúltanos.
5. Informa a los familiares de la existencia de este seguro
Una vez contratado el seguro de decesos, es recomendable informar a los familiares más cercanos de su existencia. También dar los datos de la entidad aseguradora con la que se ha contratado y el número de póliza.
De esta manera estarán al corriente de dónde deben recurrir en caso de que ocurra un accidente y sobre todo, que están protegidos. En este sentido, es importante guardar una copia de la póliza del seguro de decesos y el último recibo del seguro, en formato físico u online. También puedes informar a tus familiares de cual es tu asesor de seguros, él tendrá copia de la póliza y el último recibo a mano.